hola amigos de salto chat elmejor chat de uruguay y el mundo entero!
HOY LES MOSTRAMOS ALGO DE LO QUE ESTA RECORRIENDO EL MUNDO DESDE HACE SEMANAS INCLUSO DESDE EL INCIO DEL MUNDIAL HACE UN MES ATRAS.
es la historia del chico que reconoce haber nacido en salto apesar que se retiro alos 6 anos.
Que como cavani es el actual orgullo a nivel mundial de nuestra tierra.
MARCA DE ESPANA
el portal en donde es un suenio aparecer para cualquier jugador en el cual LUIS TIENE MAS DE 10 TITULARES AL DIA.
hoy no le traemos esos titulares pero si le traemos uno de lellos el que ellos llaman:
Serial Luis Suárez (Capítulo 1)un estilo de telenovela brasilera pero de luis suarez y escrita.
asi que amigos de salto y de uruguay y del mundo y del mejor chat del mundo aqui le dejamos imagenes y transcrivimos lo que dice marca el periodico del futbol mas importante del mundo entero! y en donde suarez acapara todos los titulares cada dia!
Serial Luis Suárez (Capítulo 1)
El 'Salto' a Barcelona en busca de un sueño
Lucho es de una pequeña provincia uruguaya
El amor por Sofía, su mujer, le 'salvó' de una infancia dura y le hizo emigrar a Holanda
Juan Castro
13/07/14 - 17:25.
La
estrella rutilante que ven ahora, con el 9 azulgrana a la espalda, no
vivió, como tantos futbolistas, una infancia ideal. La niñez y
adolescencia de Suárez tuvo tres amores, todos femeninos. A la lealtad a
Sandra, su madre, Sofía, su novia y luego esposa, y a la propia pelota
le debe Lucho, como le llaman sus amigos, su actual éxito mundial. A
ellas y a él, claro, con su esfuerzo innegable.
Todo comenzó en Salto, una provincia de apenas 100.000 habitantes del interior uruguayo, cercana a las fronteras con Argentina y con Brasil. En Salto, de producción goleadora, pues de allí también es Edinson Cavani, el joven Luis se crió hasta que su mamá tuvo que irse a Montevideo, la capital, en busca de un mejor trabajo. Y allí se fueron los seis hermanos Suárez, con todo a cuestas.
El pequeño Luisito, con seis años, se entretuvo con el baby-fútbol (fútbol sala) hasta que Nacional lo fichó con 11 años. Siempre fue goleador. El papá era militar del Ejército. También jugó, aunque a un nivel menor. Uno de los hermanos, Paolo, también ha llegado a profesional y es la estrella del Comunicaciones de Guatemala. Pero sigamos con la historia de sus amores.
Sofía y Barcelona
Mientras seguía jugando en Nacional, surgió el segundo amor, Sofía, su esposa. Luis tenía 15 y ella, 13. La noche montevideana era un peligro y fue ella, la mujer de su vida, la que le dijo a Luis por dónde iba la vida. Así hasta que en 2003 la familia de Sofía emigró a Hospitalet para otro mejor futuro. Luis quedó en shock. Amaba a Sofía, aunque siempre le quedaba el tercer elemento, la pelota.
Ahí empezó Luis a querer a Barcelona, al club y la ciudad, por el cariño que le representaba Sofía. Así, huyendo de la noche y con la mamá como apoyo, llegó hasta la Primera de Nacional, donde debutó en 2005, ganó dos Ligas y marcó 12 goles en 35 partidos. Su primer partido fue en la Copa Libertadores.
Su vida ya estaba centrada, pero siempre faltaba Sofía. En 2006, con 19 años, unos empresarios del Groningen lo fichan para Europa, donde Luis quería viajar para triunfar en el fútbol... y estar cerca de ella. Allí su padre deportivo fue Martin Koeman, papá de Ronald y por entonces técnico del club holandés en Primera. Un millón de dólares fue el precio que pagaron por el joven Luis.
El objetivo de cruzar el charco ya estaba. Madre y padre, separados, se quedaron en Montevideo. Estaba todo bien, pero ¿y Sofía? Un buen día, harto de estar solo en Holanda, Lucho agarró un avión y se fue a Hospitalet, donde se establecieron los padres de Sofía, a pedirle que, pese a ser menor de edad, Sofía se fuera a Holanda para vivir juntos esta historia de amor con la pelota como testigo.
Y así fue. A partir de ahí viene la vida estable de Luis. Delfina, su primera hija, nació en Barcelona. ¿El destino? Sí, otro eslabón que le une a este futuro de ahora en azulgrana. Se cierra así un círculo. A Sofía Luis la conoció con 15. Ahora, a los 27, vivirá con ella en Castelldefels, donde aún residen aquellos suegros que le dieron en su día el pasaporte para la estabilidad.
Luis está así feliz y sus tres amores, también.
RECORRE LAS PAGINAS DEL MUNDO AL IR AL BARCELONA luis suarez la historia del sateo
Todo comenzó en Salto, una provincia de apenas 100.000 habitantes del interior uruguayo, cercana a las fronteras con Argentina y con Brasil. En Salto, de producción goleadora, pues de allí también es Edinson Cavani, el joven Luis se crió hasta que su mamá tuvo que irse a Montevideo, la capital, en busca de un mejor trabajo. Y allí se fueron los seis hermanos Suárez, con todo a cuestas.
El pequeño Luisito, con seis años, se entretuvo con el baby-fútbol (fútbol sala) hasta que Nacional lo fichó con 11 años. Siempre fue goleador. El papá era militar del Ejército. También jugó, aunque a un nivel menor. Uno de los hermanos, Paolo, también ha llegado a profesional y es la estrella del Comunicaciones de Guatemala. Pero sigamos con la historia de sus amores.
Sofía y Barcelona
Mientras seguía jugando en Nacional, surgió el segundo amor, Sofía, su esposa. Luis tenía 15 y ella, 13. La noche montevideana era un peligro y fue ella, la mujer de su vida, la que le dijo a Luis por dónde iba la vida. Así hasta que en 2003 la familia de Sofía emigró a Hospitalet para otro mejor futuro. Luis quedó en shock. Amaba a Sofía, aunque siempre le quedaba el tercer elemento, la pelota.
Ahí empezó Luis a querer a Barcelona, al club y la ciudad, por el cariño que le representaba Sofía. Así, huyendo de la noche y con la mamá como apoyo, llegó hasta la Primera de Nacional, donde debutó en 2005, ganó dos Ligas y marcó 12 goles en 35 partidos. Su primer partido fue en la Copa Libertadores.
Su vida ya estaba centrada, pero siempre faltaba Sofía. En 2006, con 19 años, unos empresarios del Groningen lo fichan para Europa, donde Luis quería viajar para triunfar en el fútbol... y estar cerca de ella. Allí su padre deportivo fue Martin Koeman, papá de Ronald y por entonces técnico del club holandés en Primera. Un millón de dólares fue el precio que pagaron por el joven Luis.
El objetivo de cruzar el charco ya estaba. Madre y padre, separados, se quedaron en Montevideo. Estaba todo bien, pero ¿y Sofía? Un buen día, harto de estar solo en Holanda, Lucho agarró un avión y se fue a Hospitalet, donde se establecieron los padres de Sofía, a pedirle que, pese a ser menor de edad, Sofía se fuera a Holanda para vivir juntos esta historia de amor con la pelota como testigo.
Y así fue. A partir de ahí viene la vida estable de Luis. Delfina, su primera hija, nació en Barcelona. ¿El destino? Sí, otro eslabón que le une a este futuro de ahora en azulgrana. Se cierra así un círculo. A Sofía Luis la conoció con 15. Ahora, a los 27, vivirá con ella en Castelldefels, donde aún residen aquellos suegros que le dieron en su día el pasaporte para la estabilidad.
Luis está así feliz y sus tres amores, también.
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